En este texto te compartimos las cuatro ventajas de elegir un colchón ecológico, no te vas a arrepentir de leer hasta el final.
Además de reducir la exposición a sustancias químicas potencialmente nocivas, los colchones y componentes ecológicos ofrecen otras ventajas, entre las que se incluyen:
Menos alérgenos:
La lana es una de las estrellas de los colchones ecológicos. Esto se debe a que es naturalmente antibacteriana y antimicrobiana, resistente a los ácaros del polvo e hipoalergénica. Al estar libre de irritantes químicos, la lana es una buena opción para las personas alérgicas, al igual que el algodón orgánico.
Durabilidad:
Los materiales naturales de alta calidad, como la lana y el látex, duran mucho tiempo: entre 15 y 20 años con un uso normal. Los colchones de látex natural se encuentran entre los tipos de colchones ecológicos más duraderos del mercado, con una vida útil de 20 años o más, más incluso que la espuma con memoria de alta calidad (10-15 años) y los muelles ensacados (7-10 años de media).
Comodidad:
Las fibras naturales utilizadas en los colchones ecológicos evacuan la humedad y son transpirables, lo que hace que el descanso nocturno sea fresco y confortable.
Impacto medioambiental:
La mayoría de la gente suele estar tan concentrada en llevarse un colchón nuevo a casa que no piensa en lo que ocurre con el viejo una vez que sale del dormitorio. Los operarios de los vertederos se esfuerzan por comprimir y enterrar los colchones, a veces más de 300 al día.
Los fabricantes de colchones respetuosos con el medio ambiente suelen implantar programas de reciclaje y encontrar formas de utilizar componentes reciclados de un colchón ecológico, como muelles de acero reciclado.
Además, esas mismas sustancias químicas que no quieres cerca de tu cuerpo no acabarán en el vertedero más cercano.
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