Cuando estás seleccionando un colchón ecológico, lo más probable es que estés pensando en tu propia comodidad en lugar del impacto que tu compra podría tener en el planeta.
Según el Consejo de Reciclaje de Colchones, casi 50.000 colchones acaban en los vertederos cada día. Es una pena, ya que el 80% de los componentes de los colchones pueden reciclarse. Afortunadamente, los programas de reciclaje de colchones están empezando a ganar popularidad. Así que, aunque tu ciudad no recicle colchones hoy, puede que lo haga cuando tengas que deshacerte del siguiente.
¿Tienes curiosidad por saber si tienes un colchón realmente ecológico y cómo afectan al medio ambiente los materiales y la fabricación de la cama en la que duermes? Aquí tienes un desglose capa por capa.
Leer más aquí: Te decimos cómo elegir un colchón
Fundas de colchón
Por ser suave, transpirable y natural, el algodón es el material ideal para cubrir un colchón. ¿El inconveniente? El cultivo del algodón consume mucha agua: unos 10.000 litros de media para producir un kilo de algodón. Además, el algodón es responsable del 25% del uso mundial de pesticidas. El algodón orgánico (un elemento básico de los colchones orgánicos), aunque sigue requiriendo mucha agua para su cultivo, no utiliza insecticidas químicos ni fertilizantes sintéticos, lo que significa que la escorrentía no contaminará los ríos ni los sistemas hídricos. También es más seguro para los trabajadores.
Nuestro colchón de lujo insignia está diseñado por expertos con una estructura de espiral sobre espiral para una mayor durabilidad, una capa de espuma viscoelástica para mejorar el soporte de la espalda y un acolchado para un confort extra.
Espuma viscoelástica de alta calidad, fabricada a mano con materiales ecológicos. El algodón orgánico transpirable, el gel espinal refrescante y las capas de espuma de soporte de alta densidad aseguran una noche de sueño fresca y cómoda.
El látex 100% natural responde a cada curva para un soporte sin presión y un confort sensible. El látex natural es flexible, resistente y duradero, para lo último en sueño elevado.
Acolchado del colchón
Los colchones convencionales suelen utilizar espuma o poliéster como capa superior.
El poliéster no es biodegradable y, dependiendo de cómo se fabrique, la espuma puede liberar compuestos orgánicos volátiles (COV) en el aire, un proceso conocido como desgasificación.
Un colchón ecológico, además de usar algodón orgánico, también utiliza lana natural o látex para proporcionar una capa de confort afelpada.
La lana es biodegradable y tiene propiedades de absorción de la humedad que ayudan a mantener a los durmientes frescos y cómodos. Además, al igual que el látex, es naturalmente antimicrobiana y resistente a los ácaros del polvo.
Espumas de colchón
La espuma de algunos colchones puede contener COV, un grupo de compuestos que incluye sustancias químicas desagradables como el formaldehído y los perfluorocarbonos. Las espumas más ecológicas utilizan ingredientes vegetales renovables, como el aceite de soja, en lugar de algunos derivados del petróleo.
Las espumas ecológicas también tienen menos COV y no contienen formaldehído ni metales pesados. Si el colchón no se recicla al final de su vida útil, suele comprimirse y enterrarse, por lo que la espuma no tóxica no sólo es mejor para usted, sino también para el medio ambiente.
Una alternativa aún más ecológica a las espumas convencionales es el látex natural. Fabricado a partir de la savia del árbol del caucho, el látex es sostenible, no tóxico y biodegradable.
Muelles y espirales
Los muelles y las espirales suelen ser de acero, que puede reciclarse después de su uso. Algunos fabricantes como colchones spring air utilizan acero reciclado desde el principio. Independientemente del fabricante, la mayoría de los programas de reciclaje de colchones envían el metal a acerías, donde se puede reutilizar en múltiples artículos.
También te puede interesar: Colchones de memoria vs híbridos
