Si deseas tener la habitación perfecta necesitas tomar en cuenta algunos de los siguientes puntos que describimos más adelante.
Reduce el ruido a un rugido sordo
Cubre los sonidos no deseados con un ruido suave y constante.
El ruido es un factor importante cuando intentas dormir, tanto si te despierta como si te impide conciliar el sueño. No se trata tanto del ruido en sí como de la inconsistencia de los sonidos exteriores, como los ladridos de los perros, el paso de los coches, etc. Por suerte, nuestro cerebro filtra automáticamente la mayoría de los ruidos que no interpreta como una amenaza mientras dormimos.
Para lo que no filtra, recomienda llenar el espacio con sonidos bajos y relajantes, como el ruido blanco o un ventilador, para controlar el ruido que te rodea inmediatamente. Esto ayuda a ahogar otros sonidos que podrían mantenerte despierto. Otra manera de dormir que no tiene con reducir el ruido es encontrar un colchón matrimonial o del tamaño que prefieras que te ayude a obtener el descanso que necesitas.
Despeja el desorden
Tu mente tiende a reflejar tu entorno, por lo que se deduce que una habitación organizada es una mente organizada. Si esto va en contra de tu ser natural, empieza por algo pequeño. Intenta simplemente hacer la cama cada mañana. Una vez que se convierta en un hábito, pasa a otra cosa, como doblar la ropa. Antes de que te des cuenta, tendrás una habitación que hasta tu madre admiraría.
Opta por luces cálidas y regulables
Las luces cálidas y tenues indican a tu cerebro que debe relajarse
La iluminación es uno de los aspectos más importantes en tu rutina para dormir. Puesto que el cerebro lee la luz para decidir qué hora es -y, por tanto, en qué modo debe entrar-, una iluminación adecuada contribuirá en gran medida a prepararte para un sueño profundo y revitalizante.
Las luces blancas y azules brillantes indican al cerebro que es de día y que, por lo tanto, es hora de trabajar. Las luces bajas y cálidas, en cambio, envían señales de que es hora de prepararse para dormir.
Sustituye las bombillas brillantes por luces cálidas, preferiblemente regulables (un interruptor de regulación es fácil de instalar), o puedes prescindir de las luces principales un par de horas antes de acostarte y utilizar lámparas para iluminar tu rutina nocturna.
Y, por supuesto, una vez que estés listo para dormir, mantén la habitación lo más oscura posible (las cortinas oscuras o los antifaces para dormir son formas estupendas de bloquear la luz sobre la que no tienes control).
