A pesar de lo común que es el sueño, hay pocos procesos corporales más misteriosos para los humanos, aquí te contamos todos los detalles.
Por ejemplo, los científicos están divididos sobre la funcionalidad de los sueños: ¿son el método del cerebro para mejorar la memoria a largo plazo o simplemente el producto de una actividad cerebral aleatoria?
¿Cuál es el propósito de las considerables variaciones neuronales y fisiológicas que se producen en el cuerpo durante el sueño REM (o, movimiento ocular rápido)?
¿Cuál es exactamente la definición de sueño? Aunque hay muchas incógnitas, a continuación se presentan tres ideas fascinantes sobre cómo nuestro cuerpo sigue trabajando incluso después de dormirse en un colchón king size nuevo.
Actividad cerebral
Si bien es cierto que el número de neuronas activas o “encendidas” en el cerebro disminuye gradualmente en el periodo que va de la vigilia al sueño no REM, cuando entramos en el sueño REM nuestro cerebro puede llegar a ser tan activo como si estuviéramos despiertos, ¡o incluso más!
Durante los momentos en que estamos despiertos, nuestro cerebro envía sustancias químicas que nos ayudan a mantenernos despiertos.
Por ejemplo, el cerebro libera histamina como neurotransmisor, y esta sustancia química promueve la vigilia. (Por eso muchos medicamentos “antihistamínicos” tienden a darnos sueño).
Por otro lado, a medida que avanza el día nuestro cerebro empieza a indicarnos cada vez más que es hora de acostarse.
Al parecer, una sustancia química llamada adenosina se acumula en nuestro cerebro a lo largo del día y acaba por inhibir las neuronas que promueven la vigilia.
Durante los periodos de sueño, el cerebro sigue disparando las neuronas que promueven el sueño para mantener un descanso estable.
Curiosamente, nos diferenciamos de algunos mamíferos en que todo nuestro cerebro participa en el proceso de sueño al mismo tiempo. Otros mamíferos, como los delfines, sólo tienen un hemisferio cerebral que se duerme a la vez.
Temperatura corporal
Debido a un proceso llamado termorregulación, la temperatura de nuestro cuerpo desciende 1 ó 2 grados Fahrenheit durante el sueño no REM.
Algunos científicos creen que este método de conservación de la energía es una de las principales funciones del sueño.
Sin embargo, durante los incrementos de 10 a 30 minutos del sueño REM, nuestra temperatura corporal desciende aún más. Durante este tiempo es importante que nuestro cuerpo no pierda demasiado calor; ¡por eso es tan importante mantenerse caliente bajo esas acogedoras mantas!
Actividad cardiovascular
Durante el sueño, nuestro corazón también descansa de todo el duro trabajo que realiza haciendo circular la sangre por nuestro sistema durante el día.
El flujo sanguíneo y la presión arterial disminuyen notablemente durante el sueño no REM. Sin embargo, una vez más, durante el sueño REM los sistemas de nuestro cuerpo empiezan a trabajar duro sin que nos demos cuenta.
Las variaciones en el flujo sanguíneo durante el sueño REM a veces pueden causar excitación durante el sueño, aunque los científicos no saben si esto es resultado de cambios en el sistema nervioso o una consecuencia del contenido de los sueños.
Lógicamente, para maximizar la cantidad de sueño y mejorar su calidad, es importante que un colchón no inhiba el flujo sanguíneo en todo el sistema cardiovascular.
Algunos colchones tienen puntos de presión que constriñen el flujo sanguíneo; y cuando el cuerpo señala que es el momento de darse la vuelta y liberar esa presión, el sueño estable se interrumpe temporalmente.
Por eso, a la hora de elegir un colchón, aparte de las consideraciones económicas y medioambientales, siempre es bueno tener en cuenta los efectos fisiológicos en el cuerpo.
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